martes, 7 de junio de 2011

Martes

Era un martes, lo recuerdo muy bien.
El sol de invierno, el aire azul y fresco, luminoso, cigüeñas en la torre, una ardilla cruzando el pequeño parque.




Les ví, sentados en una terracita de dos mesas nada más (la otra vacía), charlando sin parar delante de unas cervezas.

¿Quienes serían? No eran de aquí...
¿Pareja? ¿Amigos? ¿Simples conocidos?
A ratos riendo, a ratos sonriendo, pero siempre charlando.

¿De qué hablarían?
Tranquilamente dieron una vuelta por el pueblo. Les seguí. Me intrigaban.
¿Familiares? No creo...
¿Compañeros de trabajo? No sé...
Era un martes por la mañana y parecían estar de vacaciones.

Me entraron ganas de acercarme con cualquier pretexto pero no me atreví a inventarme uno que habría roto el hilo de su dialogar.
Les ví subirse a un coche verde, sin parar de conversar.

Se fueron. ¿A dónde? Lo ignoro.
Y no sé porqué pero todavía los recuerdo.
¿Qué habrá sido de ellos?
¿Seguirán charlando sin parar?....

Pompita dedicada a esos desconocidos ...



  

2 comentarios:

  1. No sé dónde irían, Framboise. Pero espero que a ese martes seguirían otros muchos martes, hay tanto de qué hablar...

    ResponderEliminar
  2. Mira qué casualidad, les ví de lejos hace unos días (Les debe de gustar este pueblo y los entiendo.) pero estaban demasiado lejos para oír lo que decían. La próxima vez me acerco y salgo de dudas.( hay que ver qué cotilla soy)pero a ver si me defraudan y son unos pelmazos jaja
    Hace años, me encontré con un compatriota mío despotricando (a base de tacos genuinos de allí jajaja)contra un canalón agujereado que le puso como recién salido de la ducha, y empezamos a charlar bajo mi paraguas como si tal cosa y como teníamos tiempo los dos, casi, casi nos contamos nuestras vidas. Le vuelvo a ver más de una vez, por el pueblo ( es muy chiquito este pueblo y es raro no encontrarte con conocidos y no enrollarte: subes para comprar una barra de pan y tardas horas en volver a casa) y siempre nos saludamos más o menos largamente.
    Así que con un poco de suerte, seguro que vuelvo a ver a mis dos desconocidos turistas.

    ResponderEliminar