Acto 2º
Varios días o semanas... o meses más tarde:
En una silla, una caja de zapatos, llena de : billetes de metro de cuando no existían máquinas expendedoras (todos con número capicúa), servilletas de bares con dibujitos a bolí o números de teléfono sin el 91 delante, flores secas, sequísimas, sin color ni olor, un punto de lectura bordado a punto de cruz, otros de la Fnac, un sobre con sellos extranjeros, una postal de sitio lejano, envoltorios de caramelos dobladitos y muchas más cosas…
Todo rodeado de pilas inestables, dédalo impreciso sin GPS que indique la ruta prevista para cada una de esas torres multicolores de Pisa, de Babel, torre Eiffel o Kío.
"-Bueno, y ahora ¿qué hacemos?
-Déjame pensar… no podemos tapar más ventanas con librerías pero todavía nos quedan algunos huecos donde instalar unas cuantas baldas: encima de la puerta del pasillo, debajo de la escalera... hasta en la cocina si me apuras… ¿en el baño?
-No, en el baño, no… la humedad no les conviene. Y te advierto que en el dormitorio, no quiero ni uno más. Con el ruido que arman por las noches.
-¿¿Qué??
-Olvídalo. Cosas mías y de Paul Desalmand.
-Y ¿en casa de los chicos?
-Ya sabes que empiezan a tener el mismo problema que nosotros...
-Pues no queda más que un camino… será trabajoso, duro, doloroso… muy doloroso incluso."
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Cualquier día 23 de abril, un apacible pueblo serrano amanecerá inundado de paquetes de formas y colores varios, repartiendo horas y horas de disfrute entre sus habitantes desconcertados.
Regalo envenenado, pues con un solo libro que dejes entrar en tu casa empieza otra vez la invasión silenciosa.
... o no tan silenciosa...
... o no tan silenciosa...
¡FELIZ DÍA DEL LIBRO a todos
y por supuesto, seguido de felices días de lectura!
PS. Esta entrada, escrita hace tiempo y movida de sitio por mi torpeza informática justo en el mismo momento en que otra enamorada de los libros me mandaba un comentario (lo que le da hoy un matiz surrealista por las fechas, como un viaje al futuro ) esta entrada, decía, la vuelvo a editar y publicar hoy, domingo 22 de abril por una gran alegría que quiero compartir con vosotr@s:
Esta mañana, subí a mi pueblo serrano a festejar este día tan bonito y... me encontré un libro, aparentemente abandonado (o como dice otra amiga, me encontró él a mí)
Y en la cubierta viene esta pegatina:
Y dentro, un mensaje que empieza así: " Soy un libro muy especial. Mira, estoy viajando alrededor del mundo haciendo nuevos amigos. Espero haber encontrado otro amigo contigo..."
El resto del mensaje es personal (me da su dirección y un número... ¿de teléfono?...no, el número de su pasaporte), y termina de esta forma
¡LEEME Y PONME EN LIBERTAD!
Estoy muy ilusionada por el encuentro. ¿qué me va a contar este amigo inesperado que se me echó en los brazos como dice otra amiga mía?
Lo empezaré a leer esta noche misma para que pueda seguir luego con su viaje.
Unos libros son de estantería y otros, viajeros infatigables... como los lectores.
Pero siempre son unos fieles compañeros que alegran la vida ¿verdad?
Pompita de sonrisa con color para todos los lectores empedernidos.
Y para todos los que hacen posible que nos deleitemos con este vicio confesable que es la lectura.
Me acuerdo en particular, de mi hijo, el bibliotecario.
Y de MariaJosé y Juan (la primera, bibliotecaria y el segundo, director de la Casa de la Cultura de un entrañable pueblo serrano) eslabones de esta bonita cadena de lectores.
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