martes, 29 de mayo de 2012

La abubilla burlona


 
Estás cerca. Lo sé.
Me provocas. " Upupa, upupa.... upupa, upupa."
Como cada año por estas fechas.
Presencia hermosa, escurridiza, temerosa.

Te oigo a lo lejos; reconocería tu voz entre mil.
Me tienes obnubilada. Te burlas de mí, de mi andar que yo creo silencioso, de las precauciones que tomo en cuanto sospecho tus visitas, cada año más escasas.

No me muevo. No respiro.
Parezco un gato al acecho con mis uñas rítmicas tanteando la cámara sin perderte de vista.
No ronroneo de placer anticipado pero casi.
Te veo llegar entre los árboles...
El ronroneo-latir de mi corazón se me antoja redoble de tambor. Lo vas a oír.

Ya por fin te tengo cerca... de perfil... estos colores... este pico que hurga en busca de alimento, en la tierra, entre la hierba rala, pausadamente.
Sin saberlo, pasito elegante a pasito elegante, te aproximas a mi escondrijo.

Milímetro a milímetro, te enfoco.
No me muevo. No respiro.
Mi cuello está agarrotado, mis manos quietas; sólo la punta de mis dedos está viva, tensa, lista para el momento óptimo.

Y, de repente, levantas tu abanico enfadado, gritas airada, ojos negros furiosos.
                                 ... y vuelas lejos, pero sin prisa, cual mariposa provocativa.

Algo te puso sobre aviso. ¡¡¿¿El qué??!!
... ¿qué hice mal?... porque está claro que algo hago mal para te me escapes siempre...

Y otra vez la ilusión de retratarte se esfumó...

Año tras año, más frustación, seguida, año tras año, de más ilusión que, año trás año, se torna obsesión.

La ilusión de tenerte prisionera en mi cámara.
Como te tienen otras y otros "pajarólogos", fotógrafos con más pericia que yo
   ... y con la suerte de toparse con abubillas sordas.

Pero te tengo, libre y prisionera, en el fondo de mi retina de donde jamás podrás escapar.
Igual que de mi mente no se borrará esta buena lección o consuelo que me das, recordándome que las metas alcanzadas no siempre procuran tanto disfrute ni tan duradero como el de las ilusiones perseguidas.

Pompita "upupa" para Mercedes, mi "parajóloga" predilecta, tú que conseguiste tu cigüeña negra.

Gracias por tus fotos, regalos sin precio, de lujo.
Y en particular por ésta:
     la de mi anhelada y nunca alcanzada abubilla.

.

17 comentarios:

  1. Lo que te pasa con la abubilla, me pasa a mi con el cuco.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Pues se ve tranquila, parece que, por una vez, no nota tu presencia.
    Me encanta esa mención a Mercedes. (No sé si tu Mercedes es mi oración, pero, si no lo es, comparten cigüeña negra...)

    ResponderEliminar
  3. Ignacio, lo que nos pasa con los pájaros de nuestros desvelos es que, tanto a tu cuco como a mi abubilla, no se les puede comprar una sesión de foto con el comedero de los "peques" ;)
    Beso y ¡suerte!
    Ps El día (improbable) que consiga "mi" abubilla, iré a por el cuco :D

    :) MariaJesús, "tu" Mercedes, me da que es la "mía" también ;) Y precisamente por ello, la abubilla de la foto está tan tranquila :D, ¡esta foto es suya! : un regalo que me hizo "la bruja de la cigüeña negra" (aquí va un emoticono de burla cariñosa para ella si me lee :D )Igual que me regaló, entre otras muchas cosas, una rosa caprichosa-fugitiva con perfume de tinta violeta, al inaugurar mi casita de pompas de jabón. Una artista, nuestra amiga alada.
    Besos a las dos.

    ResponderEliminar
  4. Bueno, en realidad no es que no haya podido fotografiar al cuco (yo soy "pajarólogo" de prismáticos, no de cámara fotográfica), sino que a pesar de que le he oído muchas veces nunca he logrado identificarlo en un avistamiento.
    Beso.

    ResponderEliminar
  5. Al final lo conseguirás, Framboise, las abubillas no son tan desconfiadas... Lo que no van a hacer es acudir a tu engendro-comedero :), no por engendro, sino porque las abus comen gusanos e insectos. Te recomiendo que te disfraces de abubillo, te ocultes tras el visillo, riegues la hierba de gusanos y empieces a decir "put, put, put", en series de tres a ver si hay suerte y seduces a alguna. Y si no, siempre están los petirrojos para un apaño fotográfico :) Suerte, y al loro (digo, a la abubilla)

    ResponderEliminar
  6. :) Sí, Ignacio, los cucos también son muy "cucos". Tampoco he conseguido verlo nunca, sólo oírle.
    Seguiremos intentándolo.
    Beso.
    Ps. ya no les doy de desayunar a los "peques"

    :D Diego, ¡qué malo eres, recordando mi segundo comedero! :D (el del petirrojo no es nada cutre y me ha proporcionado muchos momentos de observación y algunas fotos bonitas)
    Sí, lo sé y se lo comentaba a Ignacio ayer, las abubillas tienen otro menú, pero aunque yo deje en paz a todas las hormigas del jardín y demás gusanos (yo, no fumigo), no hay forma :(
    Pero bueno, los pájaros, ya se sabe, son muy... ¡volátiles! :D
    Por cierto ¿cómo va tu persecución de la malvasia?
    Besico y nos "vemos".

    ResponderEliminar
  7. Creo que el que la sigue la consigue y además ella se dará cuenta de que lo haces con cariño y pasión.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Has pensado què te quiere decir cuando dice Upupa,Upupa...es que según la leyenda es la mensajera entre el mundo visible e invisible,encarnación de la Verdad y la Sensatez...afina tu oído...lo descubrirás

    ResponderEliminar
  9. :) tetealca... la sigo, la sigo pero no la consigo :( pero espero conseguirla; a ver si es verdad que se da cuenta.
    Abrazo.

    Mabel, no sabía de esta leyenda... y sin saberlo, estaba yo (estoy) persiguiendo la Verdad y la Sensatez... ahora entiendo que se me escape siempre: la Verdad es insensata y la Sensatez no es verdadera. ¿será lo que significa "upupa, upupa"?... ¡Ya lo has conseguido! Otra noche de insomnio...:(

    ResponderEliminar
  10. Que preciosidad, dejarse llevar así entre estas palabras..
    Gracias!

    ResponderEliminar
  11. Y ¡qué placer dejarse llevar entre "montones de libros" ;) !

    Un abrazo y nos "vemos"

    ResponderEliminar
  12. Escapará siempre al objetivo de tu cámara, pero ya ves cómo ha quedado en tu retina, hasta el punto de inspirarte este bonito post. Pues ya está, te quedaste con su bella imagen, no lo persigas más.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Una vez conseguida la foto de mi abubilla, perseguiré otra ilusión... ¿un cuco tal vez? o... un abejaruco: me han dicho que los hay por aquí y nunca los he visto.
    El caso es tener siempre una ilusión que perseguir ;)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Yo hoy he visto una golondrina


    En el porche de mi casa he visto una golondrina. En el pico las ganas de vivir. Y las alas cargadas de ilusión.
    Le atemorizó mi presencia. Voló, miró y regresó indecisa. Quería hacer de mi casa su casa. Esperó en el cable del teléfono, observadora de mis movimientos, olores y costumbres. Ella esperaba indecisa mientras yo la espiaba sigilosamente.
    Anduvimos ambas pendientes la una de la otra durante un tiempo. Impasible a los ladridos de un perro, a los calores de mayo y al viento indeciso propio de la primavera loca.
    Era delicioso su vuelo sinuoso, rápido, preciso, sobre la piscina; mirándome con un atrevimiento descarado y desafiante, sintiéndose segura frente a mi presencia, como si el agua la protegiera de mis desconocidas intenciones.

    Hice de la espera un rito diario, y ella de su vuelo una costumbre.

    Pasó mayo y llegó junio esperando ver una casa en mi alero, imaginando los despertares de mi jardín rojos de pruno moteados por verdes de morera y liquidámbar, aderezándose con el hambriento piar de sus polluelos, pero ella no volvió.

    Y entonces comprendí lo que es volar con alas de golondrina buscando nido para hacer sueños. Envidié su perseverancia viajera, los secretos descubiertos, la libertad en sus vuelos.

    Y por unos instantes… ansié ser golondrina.

    Viento de lebeche

    ResponderEliminar
  15. Viento de lebeche, amiga mía, vamos a tener que hablar muuuy seriamente usted y yo >:(
    No me parece bien que estas preciosas "alas cargadas de ilusión" se limiten a la periferie del alar de mi casita.
    No sé si me entiendes... mejor dicho: SÉ que me entiendes ;)

    Besote y nos vemos. ;)

    ResponderEliminar
  16. "-¡Cuánto tarda la avutarda!

    -dice la abubilla.

    -Pues no espero más. ¡Hasta luego!"

    Decía al final la abubilla en unas líneas que tanto le gustaban antes a aquel "encargo anulado".

    Merci, merci beaucoup, por esta pompita que casi se me escapa sin verla…Pero que no sé yo si cuando alguna vez me da por regalar una foto será más bien un castigo que un obsequio (emoticón malvado) jajajaj. Aunque sea siempre con la mejor intención

    Cualquier día conseguirás tu abubilla Fram, solo es cuestión que alguna quiera dejarse fotografiar. Porque está claro que siempre son ellas las que deciden cuando salir en la foto. Pero por lo que cuentas, creo también que ya la tienes. El placer está en compartir el espacio, ese tiempo mientras se las espera, cuando están ... El instante que permanecen frente al objetivo, o en seguir con él sus vuelos. En todas las risas ahogadas para que no se espanten…Y luego ya es casi igual si al mirarlas no traemos la imagen que deseábamos. Pero es esa misma ave, igual que la de la mejor fotografía, la que hemos disfrutado.

    Bizous

    ResponderEliminar
  17. :) ¡¡Ay!! con mi amiga ALada... :D ¡mALvada! ¡Cómo se ve por esta mención (así... de pasada... como quien no quiere la cosa) al "encargo anulado", como se ve que se acerca la temporada de tomates :D:D ¡Pídeme las patas de ave que quieras pero por favor, tomates, no buaaaa! :D:D
    El placer está en compartir, espacio, tiempo o... éter me dijo alguien hace poco. Disfrute compartido.
    "Son ellas las que deciden"... va a resultar que a pesar de todo, aves y gatos tienen algo en común: su asertividad.

    Besitos upupa.

    Ps Sigue "castigándonos" con tus fotos, por favor ;)

    ResponderEliminar