Pero para hacerlo, necesitaba una cosa fundamental...
Y en busca de esta cosa imprescindible, abrí el plumier que me acompaña desde hace tantos años (mucho antes que este ratón que ahora busca en los rincones con qué alimentarse)
mía
Y miré su contenido: el lápiz-tigre de los duendes, un lápiz blanco (con la punta rota), uno verde (bonito), la vieja estilográfica sin marca ni recarga, un rotulador violeta casi sin tinta también, un clip ...
Encontré muchas cosas y cositas pero "esta cosa"... no.
No la encontré.
Busqué en otra caja de madera, viejita ya: la que antes contenía un juego de dominó. Se perdió su seis doble y por esta razón se reconvirtió su caja en la cajita-de-las-cositas-varias-que-siempre-sacan-de-apuros.
Y no vi más que la goma de borrar los números equivocados de los sudokus, una cinta del pelo, el sacapuntas, unos lápices sin estrenar, el rotulador verde que buscaba el otro día, el corazoncito infantil encontrado durante un paseo, el marca-páginas de la lectora nocturna con alevosía, un imperdible dorado y chiquitín, un tornillo (que ni sé de dónde proviene), la mariposa transparente de un papelito de caramelo doblado y desdoblado mil veces...
Un montón de cosas y cositas... útiles e inútiles.
Y tampoco en esta caja encontré "la cosa especial".
Busqué entre las páginas del penúltimo libro leído...
Lleno de pensativos puntos suspensivos... como mi cabeza...
entre las páginas del diccionario de los buenos ratos,
entre las páginas sueltas de las palabras inventadas,
entre las páginas de la carpetita naranja 2013
Me miré por dentro también (nunca se sabe...) : y vi algunas cosas...
pero ninguna me servía para el caso.
Y nada... En ningun sitio la encontré.
No encontré la inspiración...
... me quedé en blanco.
mía
Este año, mi verano se queda sin hadas.
Este año, no me inspira el verano para escribir a las hadas.
Para ser sincera, cada año me inspira menos: el sol se ha vuelto nocivo para la piel... y hasta para el cerebro si no te proteges bien la cabeza.
Cuando lo hay, demasiado calor me agobia, mi jardín se agosta desde julio, se me quitan hasta las ganas de desayunar... vamos... que cuando hace demasiado calor, lo llevo mal.
Y cuando no hace, me quedo aletargada como una lagartija a la que le falta la caricia del sol.
Llamé a las hadas del verano con susurros y a gritos...
pero... nada. No acudieron.
O están sordas o estoy ciega: no las encontré.
Verano... Verano... Verano...
"No hago otra cosa que pensar en ti... y no se me ocurre nada"...
Verano... Verano... Verano...
"Hoy las musas han pasao de mí" como cantaba Serrat
Bueno... os dejo su canción. Una canción siempre viene bien.
Y si es de Serrat, más. En cualquier estación.
Pompita sin hadas del verano... " Andarán de vacaciones..."
Entonces... haré como ellas....
A ver si las encuentro antes de septiembre (a ellas o a los duendes extraterrestres)
Y si es así, os mando una postal llena de besos estivales. Prometido.
.fotos: algunos de mis cachivaches útiles e inútiles.