En el poyato de mi ventana
cada noche se pregunta
la lechuza Eulalia.
Ulula: " ¿Olela? ¿olola?"
- "¿Dónde? ¿Dónde?" pregunta un autillo,
egagropilando, concienzudo y listillo.
Repitiendo "Où? Où?" matiza:
(pues estudia idioma e ironiza)
- "Yuyú" los saluda el mochuelo del olivo
(que no se entera ni un hue...
so de aceituna
(que no rima nà de nà.) )
Un poco sordo y al tuntún,
un viejo búho buhonero
cabecea, balbucea:
- "¿Aliaum, aliaum?
¿In saecula saeculorum?"
Y el cárabo carabobo caraspeando
contesta cual eco:
- "¡Ululú, palulú!"
¡Retruécano, decano! ¡Menuda cacofonía!
¿O lela o lola o lulú ?
¡Olala!
No hay quien los entienda.
[ En este momento del relato ruidoso,
mirando desde abajo hacia el poyato,
pregunta nervioso el gato goloso,
(acechando imposible plato) :
-¿Miau? ¿Miau? ]
A todo esto, protesta Morfeo:
"Yo lo coloco, lo coloco..."
"... y ella lo quita, lo quita."
replica la luna.
¡¡ Menudo cachondeo!!
¡¡ Menuda cacofonía!!
Con todo esto,
no hay quien duerma.
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Pompita para la luna llena lloviznando en llanura su llanto llameante.
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