martes, 26 de julio de 2016

El derecho a la hamaca


Cuando te propones hacer obras en casa, por capricho (no es el caso) o por necesidad imperativa (desgraciadamente las casas no son como algunas plantas que se regeneran solas a poco que las cuides), lo más temible (o una de las cosas más temibles si obviamos las facturas) es que te lías (o te lían) y se empieza con los "hay que..." y los "ya que...".
Y... Esto... te ves envuelta en yesos y pinturas, en recorrer almacenes de lo que sea, en guardar bajo plásticos planes apetecibles truncados; y en disgustos leves y sinsabores varios, por muy buenos y cumplidores que hayan sido los obreros que han invadido tu casa ...

Y a este sinfin de despropósitos agotadores para el cuerpo se añaden los últimos acontecimientos escalofriantes de esta lacra de la locura del terrorismo que hacen mella en la mente y el corazón... que ya no están ni siquiera para el ocio relajado y gratificante del propio blog y a veces ni para el pasear tranquilamente saboreando visitas y descubrimientos en blogs amigos...

Así que, vecinos míos, cierro temporalmente esta ventanita porque mi ánimo tocado y mi cuerpo pidiendo clemencia no dan para más de momento.
Tengo que recargar mis pilas (solares) y en esto estoy.
Tarareando "En mi hamaca" de Moustaki...
O su Derecho a la pereza...

Besotes y abrazotes para tod@s.

Ps. Nos veremos; cuando se me pase... la pereza.
... La pereza que hace que hoy, ni siquiera os pongo la traducción de las canciones...

Hace demasiado calor y la hamaca me llama.
-¡¡¡ Voy !!!
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