viernes, 30 de noviembre de 2018

Y el viaje continua... 6

... Pero poco tiempo tardarían los riachuelos contaminados en cantar de nuevo con voz limpia, brincando alegres sobre rocas cubiertas de musgo o besando las orillas doradas de sol...

Después de la locura, llegó el recogimiento. Cada día el sol se levantaba más tarde, rodeado de brumas tranquilas. Los árboles desnudos tiritaban al amanecer y las hadas del agua mudaron sus alas rojas de otoño para salir cada mañana envueltas de escarcha brillante. Se hinchaban de aire limpio del cielo infinito surcado por los buitres y las águilas. 
A ratos el viento soplaba desde las alturas y las llevaba en una carrera errática entre los troncos negros, húmedos y fríos: llegaba el invierno.
Ellas recobraban fuerzas nadando en las charcas heladas y silenciosas. Se entretenían labrando rocas, borrando huellas humanas de las ramblas, sembrando bulbos y semillas y dejando sus mensajes en las orillas del arroyo que las llevaba, de cascada en cascada, en pos de más descubrimientos. 



Al unirse en varios riachuelos, su canto volvió a alegrar el paisaje reflejando el azul del cielo en la superficie lisa de los lagos que las reunían bajo la mirada de las montañas nevadas.
Descubrieron los molinos, las presas, los veleros del verano dormidos en las orillas, los pueblos sumergidos debajo de sus alas, los cementerios verdes de algas y poblados de carpas tranquilas, la  fuerza de su bondad de hadas y el amor de los hombres por ellas.
                                                                               ...continuará.
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Pompita de agua
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martes, 6 de noviembre de 2018

Y el viaje continúa... 5

... En el reparto de tareas de las Hadas trotamundos, les había tocado cuidar de la Naturaleza libre, alimentando con los secretos que la tierra subterránea les había entregado, al pequeño arroyo y la exuberante vegetación que lo escondía a los ojos de los mortales .
Y las ninfas, entusiasmadas con su suerte, se pusieron manos a la obra...                                      

Pero pasados unos meses... 

Manchada de barro pringoso, rodeada de inmundicias hasta las pestañas y tiritando de frío, miedo e incomprensión, se encontró varada en un rincón, aturdida, asustada y presa de sentimientos inexplicables...


Todo empezó en el subsuelo eléctrico y agotador de una tarde de final de verano... Después de unas noches enfebrecidas de música, rumorosas de las alas de faldas floridas y sombreros de paja que a su alrededor bailaban sudorosos; después de noches entregadas a las estrellas y ajenas a la tormenta que se avecinaba, a lo lejos un relámpago como una premonición, había desgarrado el cielo con su pico de ave, sin más demostración de futuro que una luz cegadora y muda, pronto olvidada...


Pero, de repente, un espíritu maligno transformó los cascabeles de las risas de las hadas Plic en tambores de Ploc, seres indomables y destructivos. 

Arrasaron con todo: gentes inocentes o no, casas humildes o lujosas, coches de cualquier color, marca o tamaño, cultivos a punto de dar sus frutos, derrumbando puentes y pasarelas, arbustos silvestres y árboles centenarios, anegando todo el paisaje y vomitando desolación.
Poco subsistía del paraje risueño donde, no hacía tanto, todos se bañaban despreocupados, donde los niños perseguían cangrejos tímidos en el fondo de sus escondrijos, donde a la noche los grillos tomaban el relevo de los pájaros, rivalizando de alegría, donde trenes blancos y camiones multicolores transportaban ilusiones y trabajo de pueblo en pueblo en unas carreteras ahora inexistentes. 
Con el paso de los días, como si se tratase de la maldición ineludible de un cielo despiadado que les habría echado mal de ojo, las Ploc caían más numerosas y violentas... Parecía que unas brujas enloquecidas las empujaban en un recorrido crecido e incontrolable, tumbando sin miramientos cualquier huella humana a su paso y sembrando tristeza...
A ratos, un sol impotente pugnaba por salir y ayudar a secar el paisaje desolado y el alma encogida de pena de la gente que deambulaba entre las ruinas, sin rumbo, en silencio y con la mirada perdida, oteando el cielo...

Manchadas y arrugadas sus alas de hada Plic y tiritando de agotamiento entre los desechos, una gota de agua se apartó con esfuerzo de los plásticos y el aceite irisado de los coches volcados que la retenían en la orilla. Se elevó en una ráfaga de aire y recorrió el entorno devastado, abrumada... Empezó a sacudir la memoria de unas cuantas Ploc que, al recordar sus raíces de agua sana y el porqué de su existencia, se retiraron, apesumbradas.

Poco a poco, todas recobraron el camino de su cauce habitual; el viento cayó  y amainó la lluvia... 

Pero tiempo tardarían los riachuelos contaminados en cantar de nuevo con voz limpia, brincando alegres sobre rocas cubiertas de musgo o besando las orillas doradas de sol...
    
                                                                                            continuará...
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Pompita de agua.
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martes, 30 de octubre de 2018

Canciones de amor

A raíz de la reciente muerte de Aznavour, mucha gente me ha comentado lo maravilloso de sus canciones de amor y... Si bien siempre he admirado su manera de cantar, su vitalidad, su presencia en escena, su voz incluso, pues... no. Salvo un par de ellas, a mí, las canciones suyas no me emocionan como otras.
 Cuestión de gustos....
Y no, mi preferida entre las canciones de amor en lengua francesa tampoco es 
"Ne me quitte pas" de Brel... Aunque reconozco que esta canción y sobre todo verlo a él cantarla, siempre me ha encogido el alma y me ha puesto los pelos de punta...

No. Lo siento... Para mí, la mejor canción de amor es de Brassens... evidentemente. 
(lo sé, no tengo remedio. Él será siempre el mejor para mí. Sea cual sea el tema que toque...) 
Y no por su música, ni por su voz, sino por su letra. 

Y fiel a mi costumbre en estas fechas, aquí tenéis mi traducción de esta canción que siempre me ha parecido la más bonita declaración de amor:

La no-pedida de mano             de Georges Brassens

Amada mía, te lo ruego
No clavemos en la garganta de Cupido
su propia flecha.
Tantos enamorados lo han intentado
que con su felicidad han pagado
este sacrilegio.

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Dejemos el campo libre al pájaro:
seremos los dos prisioneros 
de nuestra palabra.
¡Al diablo con las jefas de cocina
que atan los corazones
al mango de 
las cacerolas!

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Venus envejece a menudo
 y pierde su latín delante de 
la placa del horno.
A ningún precio quiero yo
deshojar en el cocido
la margarita 

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Se les quita muchos encantos
al desvelar demasiado los secretos 
de Melusine.
La tinta de los mensajitos de amor
se deslavaza pronto
entre las hojas de los libros
de cocina.

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Puede parecer muy previsor
guardar a la sombra,
al fondo de un tarro 
de mermelada
la bonita manzana prohibida.
Pero está cocida: ha perdido
su sabor natural.

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Sirvienta no necesito
y de la limpieza y sus cuidados
te eximo.
¡Ojala como en eterna novia
en la dama de mis pensamientos
pueda pensar siempre!

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

                                        https://www.youtube.com/watch?v=jzmQcdw9IPU


Pompita para Pupchen que le inspiró esta canción (entre otras) 
                                           y para el Maestro Brassens.
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martes, 2 de octubre de 2018

El final del verano

Nunca he padecido esta, para mí, extraña enfermedad que llaman  "síndrome postvacacional".
No pongo en duda su existencia y me compadezco de quien la sufre pero... soy inmune.

Soy inmune y desde siempre: cuando estudiaba o cuando trabaja fuera de casa disfrutaba de las dos cosas por igual. De los once meses y del mes tan esperado. De forma diferente pero con la misma ilusión...
Pero sé de algunos que no lo resisten: les sienta mal la transición... se deprimen, suspiran, gruñen, refunfuñan...hasta enferman de melancolía algunos.

Y para ellos quiero empezar el otoño con una canción que a mí siempre me ha servido en los momentos menos fáciles.
Vale... lo sé, un poco trasnochada quizás... Pero me gusta.
Como me gusta la gente dinámica, optimista, la que mira el lado sonriente de la vida y procura andar sobre o entre los cantos rodados o puntiagudos de la playa fijándose sólo en sus colores, sus formas, el camino que dibujan o imaginando los mensajes que encierran de tan viajados...
O los que podrían escribir sobre ellos aunque sea sólo con la caricia de la mirada.
Mensajes más resistentes, más perennes, menos efímeros que los dibujados en la arena de las vacaciones.

Así que os regalo estas piedras que me gusta seguir en la playa cuando paseo en ella.
No sé a dónde me llevan (y más de una vez me he perdido durante un rato, levantando la mirada y preguntándome: "Upppsss ¿qué hago aquí?"...) pero no me importa si en el paseo disfruto, que lo hago siempre.





Y esta canción a los que la necesitan para resistir.

          https://www.youtube.com/watch?v=MCZQN7MT3Gk

Y a los que no la necesitan, pues mi enhorabuena y una gran sonrisa cómplice.

El final del verano puede ser maravilloso también ¿verdad?... como cada estación ya que es principio de algo nuevo, diferente e ilusionante.
Como cada día también. Con sus chinitas o pedruzcos en el zapato o no.

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Pompita de final de verano y principio de otoño con ilusión.
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martes, 25 de septiembre de 2018

Luna de chocolate

- Cuando la Luna era de chocolate los hombres eran más felices ¿sabes?
- ¿Porqué  lo dices?
- Porque cuando ella reía (porque antes reía) dejaba caer su dulzura en la Tierra y los terrícolas golosos se relamían buscando gotitas marrones en todas partes: en las hojas del otoño, en los reflejos del sol poniente sobre la arena, en los edificios viejos que escondían sus heridas con musgos, en los destellos de ciertos ojos, en los labios manchados de merienda de los niños y en las manos sarmentosas también...
En todas partes, se podían encontrar estas gotas dulces...
Y dibujaban paisajes que descubrir, cuadros impresionistas, telas con sabor a chocolate para esconderse...
Pero no todas eran iguales, sabes: las había mezcladas con leche, con licores, con frutos rojos, con avellanas, con almendras, con sal incluso... Para todos los gustos...
-Y ¿qué pasó?
- ... Pues en realidad no lo sé...  Imagino que la Luna se cansó de los hombres porque algunos empezaron a empaquetar sus gotitas de chocolate y a venderlas. Y luego otros empezaron a alabarla hablando de mil beneficios y otros a mirarla con lupa criticándola...
Y entonces creo que se cansó de tantas interpretaciones y dejó de salpicar la Tierra de dulzura... Pues era lo único que ella había pretendido al dibujar en nuestro lienzo caminitos sabrosos...
Los hombres dejaron de buscar lunas de chocolate e inventaron lunas de miel... y ya sabes lo que les hicieron luego a las abejas... No sé lo que pasó...

En realidad no lo sé...Dímelo tú.

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Pompita soñadora.
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domingo, 1 de julio de 2018

Cuando la luna ...

Cuando la luna se columpia entre los pinos,
Cierra los ojos y escúchala:
Habla del olor del monte y sus secretos
Escribe en el mar y sus caracolas
Susurran su lengua desconocida
Que mece con tonada de salvia.
Sonríe en tu silencio y tu frente acaricia...

Cuando la luna resbala entre rocas,
Cierra los ojos y respóndele:
Descubre su aliento que trastabilla
En el vuelo de las aves cantarinas.
Trinan para ti en cada brizna de aire
Y pintan de añil caminos de cielo.
Enciende estrellas sin nombre...

Cuando en los tejados se extravía
Saborea su melodía:
Emborracha a las lechuzas
Y canta en su lengua discreta
Colúmpiate con ella en el arrayán
Y graba sus misivas perfumadas
En los senderos de piedra...

Si crees que se burla de ti cuando se va de puntillas
Espérala cual raposo inquieto
Que huele a ajedrea, pino, agua
Y alhucema que todo lo cura
Hasta el dolor de cabeza
Que te dejan las mareas de la luna esquiva.
Siempre te acariciará su sonrisa ambarina...

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Pompita de luna aciana
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martes, 19 de junio de 2018

Examen a la vista


Desfilaban las diapositivas en la oscuridad, esperando ser identificadas...
En mitad de la sorpresa general pues no solía hacerlo, levantó el dedo tímidamente y preguntó ...
               "...¿Fuegos artificiales?... "

Se hizo un silencio denso (salvo por los cuchicheos de sus vecinos de pupitre)
Pero el viejo profesor de botánica inesperadamente sonrió, le guiñó un ojo y le contestó:
"Pues sí, en efecto... Aunque los entendidos la llaman en realidad
Thapsia villosa.     Y es bueno saber todos sus nombres."

Se quedó callado un momento y añadió con los ojos semicerrados,  como absorto en otro mundo...

                    "Es tan poco el trabajo de la hierba,
                      esa esfera de simple verde:
                      sólo criar mariposas
                      y entretener abejas." 

Es bueno saber todos sus nombres pero... ¿quién nos asegura que las mariposas y las abejas no saben de poesía?... Como Emily Dickinson..."

Seguían los cuchicheos... Preocupados.

Alejando un insecto inexistente con la mano, añadió suspirando:
"Bien... Volvamos a lo nuestro: os recuerdo que la semana que viene tenemos los exámenes."

Todos los alumnos se miraron, aliviados. Le temían a la poesía.

Pero ella apuntó el nombre y el apellido de la escritora en su mano izquierda, a la vez que repetía en otro rincón del cerebro:
 "Thapsia villosa, para una mariposa. Thapsia villosa, para una mariposa. Thapsia villosa, mariposa. Ya no se me escapa."

Pero de repente, una mariposa traviesa se escapó por la ventana en busca de fuegos artificiales. Y ella la siguió, sonriendo.


Mientras, su mano derecha seguía tomando sesudos apuntes automáticos entre las flores que dibujaba en los márgenes del cuaderno...

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Pompita mirando una mariposa 
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martes, 12 de junio de 2018

Sin más...

                       ... porque ella lo dijo muy bien...
... Una canción cada día más de actualidad; y seguimos durmiendo...

                                                       https://www.youtube.com/watch?v=r7Gvv1xNWAA

... Pero hay otros padres que no tienen cantos,
sólo tienen el miedo a la muerte y al miedo
son los más ofendidos por guerras y hambres,
son los siempre ofendidos por la fuerza del fuerte...

 
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Pompita...
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martes, 5 de junio de 2018

¡Cotillas!

Empezando por los perros...


Y por los gatos...


¿Vosotros también?...


¿A qué vienen estas sonrisitas?... 
Esto ya es el colmo...



Y ¿ qué miráis, cotillas?... No sólo a los perros, gatos y demás bichos de cero, dos o cuatro patas les gusta...
                                               ... la primavera.


                                   A nosotros también, ea!

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Pompita cotilleando (un ratito nada más) por detrás del cristal...
... que se quedó ese día sin limpiar... por discreción.
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martes, 29 de mayo de 2018

Y el viaje continúa... 4

... Un grupo de hadas bajó en busca de algún pasadizo secreto o cualquier rendija para escapar de este sitio de ensueño, espectacular pero algo opresivo, semejante a un teatro abandonado lleno de secretos... 

... Al amparo de la luz plateada de la luna llena que se deslizaba entre las ramas de los fresnos, Ondina y sus amigas salieron despacio, intrigadas con lo que iban a descubrir fuera de la cueva. 
Se instalaron entre los brazos inclinados de un viejo sauce dejando sus hatillos colgados de los amentos: cada una de ellas llevaba uno; hatillo lleno de regalos para despertar el manantial todavía aletargado de invierno, equipaje repleto de provisiones para nutrir las plantas que cerca empezaban a brotar, para el disfrute de los animales que al abrigo de la noche primaveral se acercaban allí: el zorro esquivando a los jabalíes, la comadreja escurridiza en busca de ratones, las ranas que tímidamente ensayaban sus cantos de amor rivalizando con los ruiseñores cuyo eco rebotaba de un extremo al otro del paisaje azulado...

Para orientarse antes de seguir su viaje, se quedaron prendidas en el musgo reverdecido que cubría parte de un tocón de enebro, aspirando los sutiles efluvios mezclados del tomillo y de la efímera flor de jara que se abrían a la primavera incipiente. 
La noche era fresca, la tierra aún sobrecogida por la última granizada.
Las ninfas cambiaron su atuendo ligero por unas escamas de reflejos metálicos verdes y azules y poco a poco el manantial adormilado se desperezó llenándose de vida susurrante y música...

A primera hora de la mañana siguiente, el sol las deslumbró entre los majuelos y descubrieron maravilladas el lecho de un riachuelo entre rocas orladas de liquen apergaminado y quebradizo; sólo se oía el leve zumbido de los primeros insectos que se afanaban en busca de frágiles florecillas. 



En algunos de los tramos del arroyo, unas cascadas en miniatura las esperaban para unir su voz a la de los pajarillos silvestres: multitud de carboneros, mitos y lavanderas alegres que las invitaban a zambullirse con ellos en la arena fina de unos recodos donde ya crecían frágiles lentejas de agua de un verde tierno. 



Allí trenzaron en su pelo las flotantes espirales de perlas negras de los sapos de canto melancólico; allí pintaron sus ojos con los reflejos irisados de un cielo de guiños intermitentes; allí acariciaron la piel jaspeada de los tritones que las rozaban tímidamente; allí aprendieron a bucear entre las raíces golosas de los marrubios olorosos que invadían las orillas...

Eran de entre las hadas, las más afortunadas: en el reparto de tareas de las Hadas trotamundos, les había tocado cuidar de la Naturaleza libre, alimentando con los secretos que la tierra subterránea les había entregado, al pequeño arroyo y la exuberante vegetación que lo escondía a los ojos de los mortales .
Y las ninfas, entusiasmadas con su suerte, se pusieron manos a la obra...      Continuará...                                  
  
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Pompita de agua nueva teñida de luna llena
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martes, 22 de mayo de 2018

Retazos extraviados de lecturas viajeras


                                                fotoRoma, verano 2014

Todo empieza en un anfiteatro cercano (o un circo), de piedra gris, antaño concurrido, hoy olvidado, abandonado; salvo por los gatos que allí pululan como payasos tristes, algún que otro pájaro cantor solitario, extraviado, hierbajos varios sin nombre y florecitas silvestres sin olor, de vida corta, sin apenas color, cubiertas de polvo gris .
Y se intuye la sombra de los hombres grises, ladrones de tiempo, que se deslizan entre las adelfas sin flor.
                      ............................

“-¿Por qué tienen la cara tan gris? - preguntó Momo, mientras seguía mirando.
-Porque viven de algo muerto – contestó el maestro “Hora”-. Tú sabes que viven del tiempo de los hombres. Pero ese tiempo muere literalmente cuando se lo arrancan a su verdadero propietario. Porque cada hombre tiene “su propio” tiempo. Y sólo mientras siga siendo suyo se mantiene vivo.”…
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Veo un gato; negro, flaco, pelo hirsuto. Un animal sin brillo; salvo por las uñas, negras también. Alimentándose de restos en los cubos de basura. A veces manjares desechados, otras veces ratones desprevenidos y si no hay, pues bichos rastreros, lo que caiga: lagartijas, culebrillas, hasta babosas o caracoles, o incluso pequeños insectos, de ésos llamados pececillos de plata creo. De ésos que salen en los lugares húmedos y con los cuales juega a ratos para engañar un hambre que no consigue engañar.
Cerca hay una grieta de agua turbia, estancada, debajo de unas rocas del anfiteatro (o circo; no me queda claro) y donde viene también a intentar aplacar su sed un cuervo cojo, negro, con plumas de apagados reflejos azules, carne seca, ojos y pico brillantes. 
Primero pienso que esta sombra, oscura, escurridiza, casi fantasmal, es un gato. No es nítida la imagen que da, desde lejos. Podría ser otra cosa. Por momentos desaparece dentro de una sabina de sombra fría que crece allí entre dos escalones y los trozos inservibles de una vieja mesa redonda moteada de glaucas manchas de verdigrís, como cardenillo de russulas creciendo en su círculo tóxico.
 Lo imagino, lamiendo sus heridas de pellejo polvoriento sobre huesos puntiagudos. Sólo se oye a veces, a media voz, un sonido lastimoso, maullido prolongado y pedigüeño seguido pronto de un bufido desafiante, recobrando orgullo. Destino de gato sin hogar.
Pero, por un movimiento característico de su cuerpo, descubro que es gata. Se alarga el mes de febrero, el mes del celo gatuno. Y me da aún más pena.
El cuervo viejo de alas medio desplumadas, aprovecha su estado febril, le grazna desde el montón de escombros, encaramado en un manillar oxidado. Y le roba hasta los pececillos de plata, urajeando. Bufidos. Graznidos insistentes, provocadores. Maullidos agudos, insistentes.
Un descolorido oso de peluche, desmembrado, yace cerca, dejando ver su relleno vegetal enmohecido.
A lo lejos, se oyen las notas cristalinas de un ruiseñor, esperando eco o respuesta.
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Desaparecen todos en la pantalla de la noche...
El decorado ha cambiado... Un jardín amurallado. Una puerta custodiada por las zarzas. Una casa medio abandonada, cerca de un acantilado, rezumando secreto.
     
"El olor a polvo y tiempo estancado en el interior era intenso. Cassandra dejó que la vista recorreria la hilera de lomos de los libros, rojos, verdes y amarillos, y esperó a que un título la atrapara. Una gata atigrada estaba repantigada en el tercer estante, balanceando el rabo entre los libros, bajo un rayo de luz solar. Cassandra no la había visto antes y se preguntó de dónde habría salido y cómo habría entrado en el apartamento sin que lo adviertiera. La gata, notando que estaba siendo examinada, extendió las patas delanteras y miró fijamente a Cassandra con aires de reina. Después dio un salto en un prolongado y fluido movimiento, se dejó caer al suelo y desapareció bajo la cama." 
       ..............

El acantilado se tambalea: distorsionado se torna de nuevo circo. El cielo, una espiral de jirones de niebla grís que se escurren entre las ruinas.
La gata, flaca, deslucida, recelosa, intenta arañarle los ojos al cuervo pero sus garras negras, sucias y enloquecidas, sólo rozan un poco una piel dura de donde no brotan más que unas gotas de sangre oscura, de sabor indefinido. Y que ella lame al limpiarse la punta de las patas, ronroneando.
Será su alimento de hoy. Hasta que vuelva a hurgar en otro cubo de basura o a engañar el hambre con lo que le echen.
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Abro los ojos. Miro el reloj de la mesilla. Sus dígitos rojos marcan las cinco de la madrugada.
Unos gatos maullan desesperados fuera. Fuera de febrero, mes del celo gatuno que este año se alarga.
Me despierto con mal sabor de boca. Algo me ha sentado mal...
Habrá sido esta receta de caracoles con ajo que me ha producido ardor de estómago con sólo leerla, ayer noche. Caracoles picantes mezclados con lecturas sobre gatos , jardines olvidados y relecturas sobre las ruinas de Grecia y de Roma.
 Roma: amoR en los espejos, dicen. Roma, Ciudad Eterna de las peleas de los gatos abandonados y hambrientos, los gladiadores sin futuro y los ladrones de tiempo, ladrones de vida.

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Hoy tocó pompita de noche sin luna...
                     ... y con pesado concierto gatuno primaveral. :D
A ver si se calman de una vez y me dejan dormir... hasta la próxima luna llena, que también me quita el sueño a veces....

.¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿................??????????????????????????

Amig@s lectores, 
A veces entre mis dedos el lápiz toma el mando y me inspira cosas que hasta a mí, me cuesta entender :D
Y otras veces, quien toma el mando es mi torpeza recurrente con el "cacharrito" 
Hace poco, Laura me preguntó por mi entrada del día 15 que no aparecía... y la explicación es que, al responder a Juan, me percaté de una falta de ortografía en mi texto, la corregí y... en vez de darle a Actualizar le di seguramente a Borradores. Y me fui de viaje tan tranquila, desconectada del mundo bloguero :D No tengo remedio: soy una torpe :( 
O mis textos también necesitan viajes a veces :D
Gracias, Laura, atenta lectora amiga por señalarme el fallo. 
Ah! y no te preocupes con este divagar ;) Los gatos de mi barrio ya se han calmado y los que retraté por ahí eran normalitos :D (salvo uno, negrito como el mío y muy cariñoso, que era sordo de nacimiento y por ello se perdía a menudo nos contó su amo. Pobrecito :( )
Besotes y besotes.
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martes, 1 de mayo de 2018

La noticia

Llegó la noticia tan esperada por correo alado:
El carbonero se lo contó al rabilargo que se lo comunicó al herrerillo al le faltó tiempo para llevar la noticia al gorrión que siempre se lo pía al pinzón que a su vez manda mensaje a la abubilla que repite y repite "upupa, upupa" para el picogordo que por su parte...

Sobre un fondo verde de hierba tierna, entre perfumes y música estaba escrita la misiva que tanto ansiaba:

"Escuchad, escuchad, gritó la urraca:
Temprano esta mañana, una nube blanca de ribetes rosa se quedó prendida entre las ramas del manzano.


Luego el sol de mediodía bailó con la mimosa que se irguió hacia el cielo con su canto oloroso, repiqueteó el pito real. Yo los vi. Yo los vi. Yo los vi.


Pues yo olí cómo el atardecer encendía el alhelí liberando su perfume, silbó un mirlo.


Y al anochecer la pasión explotó entre las flores del membrillo japonés, canturreó el ruiseñor.


 Yo estaba cerca la noche que el lilo dibujó ramilletes de estrellas en las esquinas del papel vegetal, señaló el mito.


 Y una vinca solitaria firmó el mensaje de la primavera con su gran sonrisa, dijo el capuchino."



Extasiada al terminar tal lectura, levanté mi mirada inquisitiva hacia el cielo silencioso...
Pero bajo su frente de pizarra, negra y atormentada, refulgían unos ojos grises de donde manaban densas gotas heladas y brillantes, sembrando incertidumbre grisácea en el suelo de hierba tierna...

Me quedé absorta en el dibujo del reverso del mensaje: el pie de un arcoiris incompleto donde buscar un tesoro de primavera.



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Pompita en busca de colores primaverales
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martes, 27 de marzo de 2018

El árbol friolero...

- Ha llegado la primavera.
- ... Si tú lo dices...
- Que sí. Dentro de nada, así estarán las florecitas en las charcas...


- Y los narcisos en el jardín... A puntito están.



- Y los pájaros... Ya sabes que éste aparece siempre a fecha fija; no se equivoca nunca...


-  Mira los...
- ¿Sí...?
- No, nada...
- ¿Qué ibas a decir?...
-... Mira los arbustos con sus brotes nuevos a punto de florecer...



 -Y los árboles con su paleta de pintor preparada...



- Ya... Y ¿éste?...


-  Jajajaja  A éste, ni caso. Es un exagerado. ¿No ves que no ha soltado su bufanda desde el otoño?...  Es el árbol friolero. Ni caso te digo. Ya llegará la primavera. Muy pronto.
- Sí, te creo pero...  ¿cuándooooo?...

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Pompita de friolera.
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